miércoles, 6 de diciembre de 2006

“Para los pobres la justicia funciona al revés”

Tal como informamos en ediciones anteriores del caso del Señor Juan Garcés Velasquez el Diario Renacer de Arauco recogió la noticia y da una vista objetiva acerca de la situación que viven los afectados.
“Para los pobres la justicia funciona al revés”, afirma Juan Garcés Velásquez, campesino de 48 años de edad y padre de dos menores, que se ha visto envuelto en una serie de circunstancias que lo llevan a aseverar este juicio en contra de la justicia.
Este hombre, oriundo de la localidad de Cayucupil, en menos de un mes debió enfrentar el desalojo del que fuera su hogar por más de 32 años, además de tener que pasar nueve días en la cárcel, por un supuesto desacato a una orden judicial.

DESALOJO
La historia se remonta al pasado 5 de octubre, fecha en que por una orden judicial la familia de Juan Garcés debió abandonar la parcela 19 del sector El Descanso, sitio que se ubica en la proximidades de Cayucupil.
Su esposa Ana Meza, sus hijos Sebastián y Nelson de 11 y 3 años, respectivamente, sólo se pudieron llevar unas pocas pertenencias, ya que la vivienda, literalmente, fue demolida, sin que nadie pudiera hacer algo por evitarlo.
Vinieron con motosierras y cortaron la casa. Además nos mataron dos chanchitos”, cuenta con angustia este hombre.
“Hoy siento impotencia, porque no tengo dónde recurrir. La justicia falló en mi contra, pese a que había un contrato de arriendo por 99 años con derecho venta, que fue desconocido en forma arbitraria”, comenta al borde las lágrimas este padre de familia.

IMPOTENCIA
“Me queda claro que si hubiéramos tenido dinero, la justicia hubiera fallado en nuestro favor, pero como se trata de unos pobres campesinos, nos pasa a llevar. La justicia ha sido muy injusta con nosotros. Sólo apoyó al que tiene más”, agrega.
El terreno en cuestión es una parcela de 30 hectáreas que también es reclamada por Gabriel Aqueveque, agricultor de Cayucupil que mantenía un litigio con la familia de Garcés.
Al cabo de un tiempo la justicia falló en su favor. Sin embargo, con documentación en mano, y no terminando de comprender y de aceptar esta resolución judicial, Juan Garcés, exige a la justicia reparar el daño causado.

A PRISION
Ante la tozudez de este campesino la justicia, nuevamente, dejó caer su mano y lo encerró por nueve días en la cárcel de Lebu, luego de que se le acusará de usurpación de terreno, aquello por el sólo hecho de que alguien informó que este hombre había vuelto al lugar.
Cuando me detuvieron estaba como a 20 kilómetros de la parcela, en el sector de Rucañirre, vino Carabineros y me detuvo, debía pasar quince días en la cárcel como un verdadero delincuente, pero parece que se apiadaron y me otorgaron la libertad a los nueve días”, sostiene este campesino.

APOYO FAMILIAR
Hoy en día la familia Garcés Meza está en casa de unos familiares, en calidad de allegados, sólo con las pocas pertenencias que alcanzaron rescatar y con pocas esperanzas de que la justicia le de una oportunidad justa de demostrar lo contrario.
Lo que pasa es que cuando uno es pobre, el que tiene más hace valer sus influencias y sale con la suya, sin que le importe el sufrimiento de la gente”
“Tengo a lo menos la satisfacción del que obra mal en esta tierra, en otro lado tiene que pagar”,
sentencia finalmente este pequeño agricultor que o perdió todo de la noche a la mañana.
(R.D.A.)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por favor, ¡Què injusticias se viven! y lo triste es que el mundo está lleno de casos similares.
Un abrazo!